Esperando a los gusanos





Comentario de la Editora

Mal. Me fascinó. Lo leí cinco veces. Juego de palabras: HERMOSO. Combinaciones fonéticas increíbles, conceptos y frases para tomar vino tres días y divagar. Me sentí estilísticamente identificado en este cuento. Frases cortas y profundas o estructuras largas y filosóficas. Podría analizar este cuento sólo desde su misma estructura y ya tengo varias hojas. Los diálogos metidos en su exacto lugar, el último párrafo con lo “¡No”!, sus mismos pensamientos respondiendo a sus dudas. Un deleite para mí.
Sobre los gusanos te puedo hablar toda la vida. Se pueden hacer muchas interpretaciones acerca de lo que significa. El sistema nuevamente reflejado, los sentimientos que se manifiestan a través del personaje y, más que nada, aquellos reprimidos, esa parte tosca del ser humano, oscura, de la que nadie quiere hablar. Hay descripciones maravillosamente minuciosas sobre esos aspectos de la decadencia humana, que evitándolos u obviándolos no desaparecen.
Se siente una desesperación honda, un vacío interminable que no busca entender, sino que lo deduce, lo acepta y se seduce con sus mismas sensaciones. No sabe lo que quiere, pero lo sabe. Quiere dejar de sentir lo que siente, pero se siente orgulloso de eso: de lo miserable, de lo bajo, de lo oculto, de aquello extremo que no trae nada claro. Cómo el otro es un enemigo, un peligro. Y la muerte, a la que tanto teme, pero también la busca, la planea, la llama. Es como ese misterio curioso que atrapa y envuelve, aun sintiéndose perverso y orgulloso de esos instintos, hasta que vuelve a sentir culpa y retoma el camino de la esperanza, de que esto va a pasar, de poder ser mejor.

Sumergido en sus terribles contradicciones, este personaje brutal es una exquisitez para mí.  /NP

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